Tanto la tecnología como la innovación son el objetivo principal de servir al negocio de las empresas y apoyar su transición digital. Corresponde a las empresas tecnológicas hacer esto posible trabajando en un modelo de co-creación y asociación.
La tecnología ha ido evolucionando, cada vez más integrada y compleja. A esto se le hace:
- Los crecientes desafíos para las organizaciones y los ciudadanos en términos de privacidad y ciberseguridad;
- Convergencia global a la nube;
- La expectativa de una rápida transición digital de empresas y empresas.
La pandemia COVID-19 demostró que la innovación tecnológica con capacidad empresarial transformadora ya era real. Estaba claro la necesidad de reorganización por parte de las empresas tecnológicas. Es vital establecer nuevas asociaciones y una hoja de ruta de innovación que abarque infraestructuras y aplicaciones.
La idea de que la tecnología y la innovación están al servicio de las empresas, así como de sus clientes y usuarios de servicios públicos debe estar siempre presente.
El futuro de la innovación tecnológica
El momento actual debe considerarse como una valiosa oportunidad para persistir y continuar y acelerarse en la transición digital. Es importante mantener una ruta de evolución y ajustar los esfuerzos de acuerdo con los objetivos.
Es urgente que las empresas encuentren socios tecnológicos competentes en el desarrollo de aplicaciones e infraestructuras de nueva generación. Sólo así será posible avanzar para convertirse en un catalizador para la evolución de nuestros clientes.
Este es el momento de alinear la tecnología y las empresas para garantizar la competitividad empresarial y ofrecer un servicio de excelencia a los ciudadanos. Es en este régimen de co-creación donde diseñamos un futuro tecnológico capaz de servir a cada sector.
Avanzando juntos, en un modelo de asociación, es responsabilidad de empresas tecnológicas como Nexllence transmitir métodos de acción con resultados.
A través de un fuerte compromiso con los centros de habilidades, nuestro know-how y una sólida ambición de crecimiento, es posible atraer talento en áreas de gran innovación. Entonces, tenemos que convertir ese talento en valor y hacerlo llegar a todo el mercado, tanto para las empresas como para sus clientes.
En esta etapa, es importante demostrar claramente las capacidades tecnológicas para aprovechar la transformación digital del negocio. El papel de las empresas tecnológicas es presentar las mejores soluciones a aquellas organizaciones que ya han entendido el potencial de la tecnología para sus planes estratégicos.
Independientemente del área de actividad, o si el control de gestión es público o privado, la tecnología es el camino hacia la transición digital.
Los efectos de la pandemia en la digitalización organizacional
Si la pandemia nos ha enseñado algo, es que nada se hace solo. Mirando a nuestro alrededor, las diferencias en las organizaciones y cómo se han adaptado a esta nueva realidad están a la vista.
Las pequeñas empresas que aún no tenían un sitio web, se lanzaron al mundo digital;
Librerías que aún no funcionaban con el comercio electrónico, lo implementaron;Librerías que aún no funcionaban con el comercio electrónico, lo implementaron;
Los restaurantes, grandes y pequeños, han adaptado sus modelos de negocio para llevar.
Todos estos cambios han llegado para satisfacer las demandas de esta nueva etapa que ya conocemos como la famosa «nueva normalidad». Lo más probable es que la «vieja normalidad» ya no vuelva, al menos como la conocíamos.
El regreso a nuestras vidas tan pronto no se hará con total seguridad. Al igual que los brotes de gripe que se producen anualmente, es posible que covid-19 permanezca entre nosotros
Pero no se trata de una visión pesimista, sino más bien de una visión realista y confiada de que seremos capaces de adaptar y superar las dificultades haciendo uso de la resiliencia, tan característica de la naturaleza humana.
La evolución digital no depende del tamaño de
El desarrollo de soluciones tecnológicas de excelencia para todas las organizaciones que quieran liderar el futuro digital es algo independiente de sus dimensiones.
Existe la idea de que son las grandes organizaciones (públicas y privadas) las que están mejor equipadas para ganar en estos tiempos de digitalización acelerada. Tal vez porque son los que tienen el mayor capital humano y financiero para invertir.
Sin embargo, no debemos olvidar que las organizaciones más pequeñas tienden a ser más ágiles, abiertas a nuevas ideas y a la implementación del cambio. Por supuesto, muchas de estas entidades podrán convertir desafíos y adversidades en modelos de alto crecimiento.
En cualquier caso, el Plan de Recuperación y Resiliencia podría ser una palanca importante para realizar esta transformación.
Milton Friedman creía que sólo una crisis (real o percibida) puede ser capaz de generar un cambio real, ya que crea el sentido de urgencia esencial para el cambio. Las acciones tomadas en respuesta a estos momentos dependen de las ideas actuales y de lo que creemos que son las soluciones.
Por lo tanto, nuestras responsabilidades son desarrollar y presentar alternativas a las soluciones existentes. Entonces debemos mantenerlos disponibles hasta que lo imposible del pasado se convierta en lo inevitable del presente. Esta es la base para construir un futuro nuevo y mejor y normal.
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